Llevo unos días feliz y aún no se el motivo, solo se que me siento más que bien. Es difícil de creer pero es así, ni yo misma me lo creo.
Ayer sentí una experiencia, una experiencia diferente al resto del mundo, algo que he esperado bastante tiempo..fue algo genial..inexplicable. Hacia tanto que no me reía con nadie así, tan feliz, tan sonriente. La felicidad volvió a mi. Hoy sigo sonriendo sin más, una vez más sigo aquí escribiendo y sintiendo felicidad. El cuerpo lleno de alegría. Ganas de saltar, ganas de comerme el mundo entero, de poder salir y gritar en lo más alto de una montaña, ¡lo feliz que me siento! Sentir la adrenalina en mí, sentir que vuelvo a tener esa sensación de poder ser feliz, sí, sí, vuelvo a ser la niña que era en su tiempo atrás, la niña que con una simple tableta de chocolate me hacía la más feliz del mundo. Así me siento.
Como cambian las cosas para un día, como cambio ese día de septiembre, no recuerdo el día.
Sentirme viva, sentir que vuelo sin rumbo, que vuelo libre, libre de problemas, negatividad..sentir que quiero salir corriendo en una maratón, conducir un coche a toda velocidad que la carretera solo sea para mi, sentir el aire en mi cuerpo. ¡Sentir que soy feliz!
Que si alguien me coje de la mano sea por un motivo, que esa sonrisa vuelva aparecer, que él sea que me haga sentir esa sensación, de la que disfrute ayer, la que hacía muchísimo tiempo no me pasaba. Ese contacto que sentí, era algo que nunca me había pasado con nadie.
Recuerda: La vida puede cambiar en un momento a otro.
La felicidad debería ser un estilo de vida, no una meta por conseguir.
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